DESEOS Y VOLUNTADES
Es costumbre que al comenzar el año nos fijemos una serie de buenos propósitos como pueden ser mejorar nuestra economía, cambiar nuestra imagen, conseguir que vayan mejor nuestras relaciones familiares y sociales. En fin eso que hacemos todos los primeros de año.
Además a mí me gustaría que el mundo fuera más justo, que todos viviéramos en paz, que hubiera más respeto en las relaciones políticas, que se cerraran las trincheras que han abierto los partidarios del odio, que se hiciera real el mandato de que, en democracia, la política es diálogo, porque ningún partido representa a todos los españoles, que se entienda que una democracia es libertad de pensamiento y que no se pueda descalificar a nadie por lo que crea, piense o diga. Hay que recuperar el espíritu de la frase atribuida a Voltaire “ No estoy de acuerdo con lo que usted dice, pero defenderé hasta la muerte su derecho a decirlo”. En eso consiste ser demócrata.
Ya sé que eso no está a nuestro alcance. Pero lo que sí podemos hacer es unir voluntades para caminar en esa dirección, denunciar el odio que nos quieren inculcar, unir nuestra denuncia contra los políticos que nos quieren conducir a la locura de la confrontación de la que han hecho su arma preferente. Denunciar públicamente esta estrategia que ha elegido la derecha para hacer imposible nuestra convivencia en paz. No es el odio lo que hace avanzar a la sociedad, es el diálogo y el entendimiento entre adversarios.
Este año que comienza es muy electoral y las barbaridades que nos dicen habitualmente se multiplicarán. Me temo que los buenos deseos que nos hacemos en estas fechas tendrán que esperar su cumplimiento al menos otro año. De todas formas feliz 2023.
Firma de opinión. Cadena SER
02-01-2023
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