A FORMAR GOBIERNO


Después del resultado electoral del  10N  apenas han variado las condiciones para formar gobierno, que era además lo que se preveía que iba a ocurrir. Lo que se ha producido es un serio reajuste en la derecha, Ciudadanos casi desparece y los 47 escaños que pierde se lo reparten entre el PP y los neofranquistas de VOX  que sube más del doble. Ahora se presenta una situación más difícil que la del pasado mes de abril, porque ésta es la última oportunidad, no es posible otra repetición electoral. Esto tiene que terminar en la formación de un Gobierno de forma inapelable, lo contrario nos sumiría en las tinieblas del neofranquismo. La izquierda ha perdido escaños, UP de forma notable, y sus líderes políticos  tienen que asumir como necesario, que para conseguir conformar un gobierno hay que rebajar los listones de las exigencias, que el resultado será un programa de mínimos con renuncias a una parte  de sus programas electorales, que no deberá haber imposiciones ni trágalas, que se deberán acordar las discrepancias y que se disponga de la voluntad de hacer que  el Gobierno  dure a ser posible cuatro años. Ahora el objetivo no es mantener las esencias ni el honor, por encima de eso, lo fundamental, es que haya un Gobierno que impulse las reformas necesarias y urgentes que llevan demasiado tiempo pendientes. Las cuentas no salen, los escaños son menos que antes que tampoco sumaban, y la composición del Congreso es mucho más atomizada lo que obliga a una tarea ingente de negociación, pero es la única solución posible.
 Conseguirlo ayudaría extraordinariamente a rebajar la tensión que existe, a suprimir trincheras que los neofranquistas levantan,  como respuesta a las que han construido los independentistas catalanes y que ha sido la razón más importante que les ha hecho crecer. En estos momentos, la única posibilidad de apaciguar los ánimos y debilitar a las fuerzas extremistas, es conseguir un gobierno con un amplio respaldo que nos haga avanzar en igualdad y progreso.  Los mensajes que lanzan desde VOX producen escalofríos por su brutalidad. Esa música trae recuerdos de la etapa más negra de nuestra historia, pero han conseguido embaucar a mucha gente que no la conoció. Ese es el peligro cierto que nos acecha,  el fin de nuestro sistema de libertades, nada más y nada menos.
Hay que recordar que este desasosiego que nos intranquiliza no lo tendríamos si en el debate parlamentario  de investidura, Pablo Iglesias no hubiera rechazado el ofrecimiento de Pedro Sánchez  a UP de formar parte de un Gobierno de coalición con una Vicepresidencia y dos Ministerios. Hoy estarían gobernando, el PP seguiría hundido y VOX no tendría la fuerza que tiene hoy. Esperemos que se haya tomado nota del error que supuso aquella decisión y de las consecuencias que ha traído para no volver a repetirlo.

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