PATRIOTAS
La derecha
española es temible cuando detenta el poder, pero aún más cuando está en la
oposición, piensa que el no gobernar es una anomalía que hay que
subsanar cuanto antes por cualquier procedimiento. Todo vale, especialmente
mentir y despertar en la gente sus instintos más primarios. Lo hacen porque piensan que España es
solamente el Partido Popular que es el único Partido que la defiende, los demás somos antiespañoles que queremos
romper España. Por eso si no gobiernan, su España se disuelve entre los
separatistas, terroristas y gente de mal vivir. De ahí la necesidad ineludible
que tienen de gobernar si se quiere que España perdure…y el Rey… y la Iglesia.
Esa es la
idea que nos ha puesto de manifiesto Pablo Casado y sus compañeros más aguerridos. Partiendo de ese principio, heredado del franquismo, solamente está
España dónde estén ellos y están obligados necesariamente a defenderla en
exclusiva de los que se llaman falsamente españoles, porque lo que de verdad
persiguen es destruirla. Este es un concepto de la época franquista, son los
“salvapatrias”. Es lo mismo que nos decían a los demócratas durante la
dictadura. Exactamente lo mismo, con la diferencia de que entonces te podían
meter en la cárcel. Algo hemos avanzado, aunque ahora da la impresión de que si
pudieran…
El
nuevo-viejo líder de esa derecha está volviendo sin disimulo, a los principios
de los defensores más ultras de ese
concepto excluyente. Da miedo oír lo que dice. Son los mismos mensajes que
lanza la extrema derecha de VOX, con quien ha confesado coincidir. Lo que más
preocupa es que no lo dice solamente para ganar votos en ese nauseabundo
caladero, lo hace porque se cree de
verdad su discurso.
Se
apropiaron de la bandera, es su bandera, de ellos solamente, de tal modo que
ver una bandera rojigualda en un balcón, en la pechera de alguien, en la correa
del reloj, en un llavero, en un abanico o en un cinturón, se identifica a uno
de sus votantes. Ellos son los únicos que reparten banderas en la calle. Esa
identidad también es heredada del franquismo como afirmación de quién ganó la
guerra contra la bandera tricolor, que no se nos olvide.
Por eso el
hecho de haber perdido el Gobierno mediante una moción de censura, por primera
vez en España, les trae a mal traer y les reafirma aún más en sus heredados
principios.
Para ellos
no existen las razones de Estado que deben consensuarse y defenderse por todos
porque son de interés general. Y no existen porque el Estado son ellos
solamente. Si el asunto a tratar, por ejemplo los presupuestos que tienen que
ser aprobados por la UE, no se limitan sólo a oponerse democráticamente en el Parlamento, su
líder se planta en Bruselas hablando mal
de España para intentar que no se aprueben, porque no los presenta la España de
ellos que es la verdadera, si no que lo hace la chusma bolivariana que va a
hundir, no solo la economía española sino también la europea. Y se da la
paradoja de que estos patriotas atacan a su país, mejor dicho el nuestro, fuera
de nuestras fronteras con argumentos como que los verdaderos presupuestos de
España son los que presenten ellos. Y si no pueden hacerlo, prefieren que no
haya y que se castigue a millones de españoles. Unos auténticos patriotas que
cantan con entusiasmo y emoción “El novio de la muerte”, No han dicho si estarían dispuestos
a dar su vida por España.
A los que ya
somos mayores y sufrimos el lavado de cerebro que nos hizo la dictadura, nos
enseñaron la grandeza de nuestro pasado y que en el imperio español de Felipe
II no se ponía el Sol. Esta afirmación era difícil de superar, pero ahora el
nuevo-viejo líder lo ha conseguido. Nos ha contado que fuimos los protagonistas
del mayor fenómeno de la humanidad, desde la romanización. Descubrimos el Nuevo
Mundo, cosa que nadie puede decir. Somos únicos y tenemos que estar orgullosos
de serlo. Incluso los parados o los que tienen la suerte de trabajar muchas
horas al día por un salario de miseria, gracias a la reforma laboral que nos
impusieron ellos, los de la España eterna.
Ya sabemos
que están dispuestos a todo por salvar a España, ya lo hicieron en el pasado
sus antecesores y aunque costó centenares de miles de muertos, la salvaron de
las hordas marxistas, de la masonería y de los ateos. Ahora están dispuestos a
salvarla de las miserias bolivarianas que, con presupuestos como el que han
presentado en Bruselas, nos conducen al hambre y a la pobreza. Tenemos que
estarles agradecidos, son unos patriotas de pura cepa.
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