ADIÓS PALOMA
La paloma de Cajasur ha desaparecido. Los banqueros vascos han decidido que ha llegado el momento de cambiar los símbolos del pasado y lo han sustituido por su imagen corporativa. Han sido discretos, han dejado pasar unos años para efectuar el cambio a fin de no provocar un impacto brusco. Es lo que tienen los banqueros, no quieren asustar, saben mejor que nadie que el dinero es difícil de obtener y fácil de perder. Pasado estos años ya se puede efectuar el cambio sin que nadie se dé cuenta. ¿Se acuerdan? Cuántas explicaciones nos ha pedido la gente de fuera que nos preguntaban con asombro, cómo era posible que una entidad bancaria fuera propiedad de la Iglesia y además que la presidiera un cura. La verdad era que no sabíamos dar repuesta, seguramente porque tamaña incongruencia no tiene explicación. ¿Cómo explicar que un banco cuyo objetivo es ganar dinero con los intereses de los préstamos que hacía a la gente necesitada, podía ser propiedad de una institución cuya misión, dice...