PERDER EL NORTE
Estos últimos días hemos presenciado los altercados que han tenido lugar con motivo de la celebración de un Consejo de Ministros en Barcelona. Hemos podido comprobar las imágenes en las que los radicales independentistas mostraban su furia, su capacidad para destrozar el mobiliario urbano y provocar a los mossos. Apretaron, como les ordenó el descerebrado de su President. Qué lejos queda este personaje de antecesores suyos en el cargo, que demostraron una gran capacidad política, pero ha preferido ser el muñeco del ventrílocuo Puigdemont, que ya demostró también sus escasas dotes para resolver la complejidad que entraña administrar el sentimiento independentista. Jamás la Presidencia de la Generalitat ha podido caer tan bajo. Siempre he tenido a los catalanes por gente inteligente, emprendedora, cordial, culta y con una gran capacidad creadora. Nunca han renunciado a marcar sus diferencias con el resto del Estado, desde niños y durante generaciones...