¿Por qué mienten tanto?
Entre las primeras actitudes que se aprenden en los partidos políticos está la de no perjudicar bajo ningún concepto su imagen pública. Cosa por otro lado común en cualquier institución, entidad o empresa cuya subsistencia dependa de la opinión que el ciudadano tenga de ella. Este principio lleva a la situación de negar hechos evidentes, a justificarlos con argumentos increíbles o a echarle la culpa al competidor. Jamás admitir que se ha hecho mal. La historia nos demuestra que la derecha política es la que realiza esta práctica de forma más pertinaz y desvergonzada. Estamos cansados de ver cómo cierran filas en torno a hechos delictivos y arropar a personas que han delinquido con explicaciones rocambolescas, disparatadas, incluso cómicas. “El finiquito en diferido” de María Dolores de Cospedal es una pieza antológica de los disparates explicativos de lo inexplicable. Es una falta de respeto a la gente, como lo son los contenidos de su programa electoral hecho para engañar a los ele...