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Mostrando entradas de febrero, 2012

Los jueces hacen política con descaro

Los jueces, una vez más, nos escandalizan con sus actuaciones y sus sentencias. Lo que están haciendo con el juez Garzón es indignante, especialmente porque nos toman por imbéciles. Pretenden justificar sus actuaciones con procedimientos y técnicas jurídicas cuando todos sabemos que lo que hacen es favorecer sus intereses y los de la derecha. No voy a caer en esa trampa, los juicios contra Garzón son políticos. Basta con ver quién sale beneficiado de esto, el Partido Popular implicado en la trama Gürtel y la extrema derecha franquista. Con el odio, la venganza y su ideología cargaron el arma con tres balas, para que no se pudiera escapar; con la primera se lo han cargado, las demás poco importan, ya han conseguido su objetivo, aunque aún pueden rematarlo. Una maniobra burda, donde se ha visto con claridad que iban a por él. Hemos seguido con asombro las incidencias de los dos juicios celebrados hasta ahora, las irregularidades del juez instructor, reconocidas por el propio tribu...

No es la economía, es la ideología

En los últimos tiempos no existe otra conversación que comentar las malas noticias que sobre la economía se acumulan sin descanso día tras día. Vivimos en un estado de angustia permanente, sin esperanza de que esto cambie, encajando como podemos las duras medidas que nos ha impuesto el PP y asustados con las que nos piensan imponer (eso sí, después de las elecciones en Andalucía). Intentan convencernos de que son necesarias para que después volvamos a vivir felices en el paraíso del consumo. Aceptamos humillados, sin rechistar, que de nada ha valido que hace un par de meses se eligiera un nuevo gobierno que iba a cambiar las cosas y después comprobamos que las está cambiando a peor. Aceptamos resignados que las políticas no las decida la democracia, sino el dios Mercado y Merkel su profeta. Jamás pensé que los que apostamos y luchamos ilusionados por una sociedad libre y democrática llegáramos a vivir estos momentos de inutilidad de la democracia política. Ahora más que nunca, cob...