Córdoba ciudad cultural

Las campañas electorales deben ser utilizadas por cada opción política para exponer su programa, tratar de convencer a los ciudadanos de que es el mejor posible y solicitarle su apoyo. Es, por tanto, el momento de confrontar propuestas, resaltar las virtudes de las propias y censurar las del adversario. Esto es lo que dice el manual democrático, luego viene González Pons, el crispador de cabecera del PP, a decir que votar al candidato de su partido es echar a Zapatero; una buena manera de exponerle al ciudadano la política que se quiere hacer. Lástima que no exista la tarjeta roja por juego antipolítico, si existiera el PP se quedaría sin banquillo.
El Partido Socialista quiere explicar su programa, una serie de propuestas detalladas que giran en torno a un eje estratégico, un modelo de ciudad. Para gobernar hay que conocer la ciudad, saber cuáles son sus virtudes, estar convencido de la Córdoba que queremos y es posible construir. El modelo que los socialistas queremos para Córdoba es hacer de ella La Ciudad de la Cultura. Ese modelo va más allá de conseguir la Capitalidad Cultural de Europa, de cuyo logro estoy seguro; va más allá incluso del año 2016. Se trata de convertir Córdoba en un referente cultural y esto exige que los recursos de la ciudad se orienten en esa dirección y que el Ayuntamiento persuada al resto de instituciones de la necesidad de coordinar esfuerzos en torno a este objetivo. Los cimientos de este proyecto ya están puestos, los cordobeses son conscientes de que ése es el camino y participan cada vez más en las manifestaciones culturales. Para su necesario impulso hace falta estar convencido y liderar este modelo de ciudad, el Partido Socialista lo ha venido defendiendo y Juan Pablo Durán lo propone con el Bulevar de Cultura. El candidato del PP debería acercarse a la cultura, comprobará que no sólo no hace daño, sino que es provechosa y divertida.
( Publicado en ABC)

Comentarios

Entradas populares de este blog

SIN CUARTEL

¿VIVIMOS EN UN ESTADO DE DERECHO?

JUSTICIA