Empresas públicas
El Partido Popular y sus medios afines han comenzado una gran ofensiva de desprestigio de las empresas públicas. Denuncian el mal estado económico en que se encuentran, incluso llegan a decir que son inviables. Naturalmente el siguiente paso es proponer su desaparición, o algo mejor, su venta y privatización, cumpliendo el manual del partido.
Las empresas públicas prestan un servicio a los ciudadanos sin que su objetivo sea obtener beneficios y sin que el ciudadano page la totalidad de sus costes reales. Es decir, son deficitarias por naturaleza. Déficit que paga el Ayuntamiento, por tanto, pasar apuros económicos forma parte consustancial de su existencia. Siempre han estado mal o muy mal, pero nunca bien, si lo hubieran estado es que no cumplían con su obligación. Y el Ayuntamiento paga porque el objetivo político siempre ha sido que la ciudadanía tenga el mejor y más moderno servicio posible ¿Alguien recuerda que haya fallado la recogida de basuras, la limpieza viaria, el transporte público, o el abastecimiento de agua? Sin embargo, problemas de este tipo los hemos visto en otras ciudades con servicios privatizados. Es decir, la gestión pública de los servicios de esta ciudad es ejemplar. La empresa privada, por el contrario, pretende, legítimamente, ganar dinero y eso sólo se consigue, disminuyendo la calidad del servicio para abaratar costes, invirtiendo menos en la renovación de material, despidiendo trabajadores, y aumentado las tarifas. O bien que el Ayuntamiento siga pagando sus costes incrementados por el beneficio empresarial. Dudo mucho que el ciudadano quiera ver sus calles más sucias, los camiones de saneamiento y lo autobuses más viejos, con más averías, el agua con peor calidad y los trabajadores en huelga, como pasa en otros lugares.
El PP tiene que aclarar si esto es lo que quiere para la ciudad en caso de ganar las elecciones.
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